El campo del Regimiento de Infantería Valencia, el mismo que el escritor Manuel Arce cuidó con devoción durante su servicio militar en los años cuarenta, se llenó como nunca. Un equipo de Santander había cautivado la expectación de miles de aficionados que apenas encontraban acomodo en las escasas gradas que se levantaban en uno de los laterales, el que linda con la calle General Dávila. El resto tenía que acomodarse de pie, alrededor del terreno de juego, empujando al de al lado o poniéndose de puntillas para ver a aquellos grandes jugadores.
Aquellos astros del fútbol
Todos hablaban de ellos. Los más jóvenes, que eran los que menos conocían a aquellos astros del fútbol, se quedaban embobados cuando sus padres o tíos les explicaban quién era el gran Marquitos (Marcos Alonso Imaz), el santanderino ganador de cinco Copas de Europa con el Real Madrid, patriarca de una saga de futbolistas inmejorable que se había extendido a sus hermanos Alfredo, Antonio (‘Tacoronte’), Cilio y Joselín; ‘Pachín’ (Enrique Pérez Díaz), el más laureado de la saga familiar de los ‘Pachines’ de Torrelavega, que había debutado en la Real Sociedad Gimnástica de Torrelavega con su hermano Francisco y que sin haber jugado en el Racing, destacó en el Real Madrid, alcanzando la internacionalidad y logrando dos Copas de Europa; el madrileño Enrique Mateos, que como ‘Pachín’ había jugado en la Real Sociedad Gimnástica de Torrelavega, aunque Mateos lo hizo al final de su carrera deportiva, llegando a ser internacional cuando era jugador del Real Madrid, equipo con el que conquistaría cuatro Copas de Europa; Atienza II (Ángel Atienza Landeta), cuyo hermano mayor, Adolfo, también había jugado en el Real Madrid, aunque Ángel se retiraría muy pronto para dedicarse al arte, destacando sus murales en el metro de la capital de España; el canario ‘Pantaleón’, que en realidad tenía por nombre el de Manuel Quevedo Vernetta, otro futbolista que logró ganar una Copa de Europa con el Real Madrid pero que en honor a su hermano Pantaleón, famoso jugador de la U. D. Las Palmas y creador de la saga, llevaba su nombre; el navarro Félix Ruiz, otro futbolista veterano que como el resto había vestido la camiseta del Real Madrid, siendo internacional, aunque una lesión de clavícula le frenaría su carrera deportiva; el madrileño Pedro Casado, otro internacional que había defendido la camiseta madridista y el orensano Delfín Álvarez, un madridista más que también había jugado en el Granada C. F., Real Murcia y R. C. D. Español y que como todos ellos, habían respondido a la llamada de Marquitos para que se incorporaran a aquel modesto equipo de Tercera División: el Club Deportivo Toluca.
Cómo surgió el Toluca
¿Toluca? Aquel nombre sonaba muy montañés y enseguida encantó a los dos fundadores de este equipo allá por los años cincuenta del pasado siglo: Emilio Ruiz Alciturri (‘Uco’) y Antonio Alonso Imaz (‘Taco’). ‘Taco’ y ‘Uco’ contaban con un equipo infantil, el San Celedonio, que como tantos otros de la época se batían en los campos del Hogar y en Miramar, disputando el Torneo de los Barrios. ‘Taco’ había tenido la ocasión de conocer al famoso jugador astillerense, Nando García, por medio de su hermano Marquitos. García, que fue jugador del Racing y del F. C. Barcelona, logrando una gran celebridad en México, donde desarrolló la mayor parte de su carrera deportiva, llegó a ofrecer a ‘Taco’ la posibilidad de jugar al otro lado del océano, cosa que finalmente no aceptó. Pero la relación de García con los hermanos Marquitos continuó con la coincidencia de que el astillerense fue contratado en la temporada 1958-59 como entrenador del conjunto mexicano del C. D. Toluca. García, que siempre se mostró agradecido por el trato que Marquitos le dispensaba cuando visitaba Madrid, regaló a ‘Taco’ y a ‘Uco’ un equipaje con las camisetas de los diablos rojos mexicanos destinadas al humilde San Celedonio. Y aquello fue el detonante para que en 1959 el San Celedonio se presentara al Torneo los Barrios con el nombre del C. D. Toluca. Aquel primer equipo del Toluca llegaría a disputar la final del popular trofeo, perdiendo tres a uno frente al Callealtera. Los jugadores toluquistas que formaron aquel día fueron Torralbo; Peña, Moncho, Braulio; Casanueva, Fitos; José Luis, Pescador, Mariano, Román y Moneo.
En categoría nacional
Años después, en 1970, el C. D. Toluca santanderino ascendió a Tercera División y Uco Alciturri, presidente y entrenador, aceptó la idea de Marquitos (retirado y a punto de cumplir cuarenta años) para llamar a varios jugadores de su quinta que había conocido en el Real Madrid, con la idea de reforzar al equipo del Regimiento. Y el Toluca se convirtió en el club de las viejas glorias, en el club de los recuerdos de antaño, en el club donde la juventud y la veteranía se unían para ganar al adversario y escribir partidos de ensueño, donde el joven José Ramón Moncaleán actuaba como un ilustre guardameta curtido por los años y el veterano Marquitos se dejaba la piel en el campo, como si estuviera disputando una final de la Copa de Europa más.
El campo del Regimiento de Infantería Valencia, el mismo que el escritor Manuel Arce cuidó con devoción durante su servicio militar en los años cuarenta, se llenaría siempre para ver al C. D. Toluca. Ése fue el mérito de aquel equipo irrepetible, el mismo que cautivó la expectación de miles de aficionados que tuvieron que ponerse de puntillas para ver a aquellos grandes jugadores y que nos invitaron a viajar a través del tiempo contemplando un partido de fútbol.
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