Dicen que ha sido el mejor jugador que ha pisado los campos españoles, aunque ninguna aseveración parece poder sostenerse en el tiempo, y menos con jugadores posteriores de tanta calidad como Cruyff, Maradona, Ronaldo o Messi. Pero el reconocimiento de Alfredo Di Stefano como introductor del fútbol moderno, alejado del arcaico posicionamiento que se practicaba antes de su venida, le convirtió en un mito deportivo que aún pervive. Y tras los problemas derivados de la pugna por sus derechos federativos entre el Barcelona y el Real Madrid, Di Stefano pudo debutar en la Liga española un 27 de septiembre de 1953 en Chamartín, contra el Racing (entonces denominado Real Santander), partido en el que anotó el primero de sus goles al guardameta racinguista, el canario Juan Ortega.
Un Racing sin Gento
El Racing había sucumbido a las tentaciones de deshacerse de uno de los mejores jugadores que ha tenido, Paco Gento, que la directiva presidida por Basilio de la Riva traspasó al Real Madrid por 1.450.000 pesetas y dos jugadores, el sevillano Espina, que aparte del club madrileño había jugado en el Betis, y el delantero centro José Antonio Ucelay, natural de Amorebieta (Vizcaya).
La tercera jornada
Dirigido por el vizcaíno Juan Ochoa, el Racing comenzó la Liga ganando a domicilio al R. C. Celta (1-2), luego al Valencia C. F (3-1) y cayendo en la tercera jornada contra el Real Madrid en Chamartín. En este partido fue cuando hizo su presentación en el fútbol español Alfredo Di Stéfano. En realidad se había presentado de forma oficiosa a la afición madridista unos días antes, con la organización de un partido contra el Nancy francés, pero el Racing era un rival de campeonato. El equipo madrileño contaba con tres hombres que habían actuado en el conjunto de El Sardinero, Miguel Muñoz, Joseíto y Gento, quien se encontraba por primera vez con sus antiguos compañeros. El entrenador racinguista planteó el partido a la defensiva ante el potencial atacante de su adversario, con un marcaje especial a Di Stéfano del que se encargaría Felipe.
En Chamartín
El Racing aguantó muy bien los primeros 25 minutos, hasta que Molowny abrió el marcador aprovechando un pase profundo de Muñoz. Hubo reacción del Racing que estuvo a punto de empatar, pero muy pronto llegaría el segundo tanto local. Fue un centro de Gento, rematado de cabeza por Joseíto que dejó la pelota a Olsen, disparando a la media vuelta y batiendo a Ortega. A partir de ese momento el Racing se transformó. Comenzó a dominar y a crear ocasiones, aunque sufrió la pérdida de uno de sus hombres, Poli Revuelta, que cayó lesionado y tuvo que jugar como figura decorativa, apartado de las posiciones donde perder la pelota era peligroso.
El primer gol de la 'saeta rubia'
El equipo montañés tuvo mala suerte cuando en una carambola de rechazos y más rechazos, la pelota se fue a la cabeza de Di Stéfano que sólo tuvo que empujar la pelota para establecer el tres a cero e inaugurar la larga lista goleadora de su historial deportivo en España. La buena imagen que el Racing estaba adquiriendo con su juego se confirmaría dos minutos después con otro gran jugador, pero racinguista, Rafael Alsúa, que se estaba convirtiendo en el director de su equipo. Sus centros permitieron que en menos de tres minutos, primero León, y luego Vázquez, inquietaran al público madrileño subiendo al marcador un preocupante tres a dos a favor de los blancos. Los cántabros tuvieron cerca el empate. Hubo ocasiones desaprovechadas, tiros al poste y mucha presión sobre la portería del madridista, pero finalmente una escapada de Di Stéfano con centro adelantado a su compatriota Olsen, acabó con las esperanzas racinguistas al encajar el cuatro a dos con el que terminaría el encuentro.
Fue el inicio del vendaval de Alfredo Di Stéfano que aquel día el Racing no pudo parar. Pero a pesar de Di Stéfano y de la ausencia de Paco Gento que se pasó al otro bando, la temporada 1953-54 sería una de las mejores del club montañés al alcanzar una octava posición, la mejor clasificación después de la guerra civil, sin contar la sexta plaza conseguida en 2007-08 que supuso la clasificación para jugar la UEFA.